Sirven para mejorar la concentración mental o para evitar el cansancio si se viaja por muchas horas, es común que se utilicen la noche anterior a un examen o presentación importante, pero sobre todo su consumo constituye un alarmante indicador de las numerosas presiones a las que estamos sometidos hoy en día.Se trata de los fármacos que “ayudan” a la mente, píldoras que según un sondeo de la revista Nature son ingeridas al menos por el 20% de quienes se dedican a alguna actividad académica.
De acuerdo con los resultados de la encuesta, realizada a 1,400 personas de 60 países a través de Internet, supuestamente es más fácil memorizar fechas, fórmulas y datos diversos tras ingerir Metilfenidato, mejor conocido como Ritalin, un medicamento que originalmente se prescribe para tratar el déficit de atención e hiperactividad en los niños.
Sin embargo, en las universidades del mundo esta sustancia es una “ayuda para el estudio”, revelaron a Nature los entrevistados. En este caso, quienes reconocen el consumo habitual del fármaco no reparan en sus efectos secundarios: nerviosismo, insomnio, disminución del apetito, dolores de cabeza, y en los peores escenarios, alteraciones en la presión arterial y el ritmo cardiaco.
Todos estos síntomas suelen presentarse sobre todo en personas que en realidad no sufren déficit de atención e hiperactividad, pero que utilizan el Metilfenidato para potenciar la memoria y evitar el cansancio intelectual después de horas de estrés o estudio. Brendan Maher, editor de Nature, informó que esta droga es una de las más populares entre los lectores que participaron en el sondeo.
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