14/1/08

El doble secuestro de Emmanuel

La leishmaniasis dejó algunas marcas en su piel, insignificantes si se comparan con todo aquello que su mente de niño pequeño ha tenido que asimilar: doblemente secuestrado, nació en cautiverio y a los pocos meses le plagiaron también su identidad.

Emmanuel, el hijo de la ex secuestrada colombiana Clara Rojas, no está muy lejos del drama vivido en la Argentina de los años setenta, cuando en las cárceles clandestinas del régimen militar se habilitaron salas en las que las prisioneras dieron a luz a menores cuyo rastro habría sido olvidado de no ser por las Abuelas de Plaza de Mayo.

La similitud no es exagerada, no importa la ideología y las razones de los captores, el secuestro es el mismo si se nace en los sótanos de la ESMA en Buenos Aires (Escuela de Mecánica de la Armada) o con una madre cautiva en medio de los combates de una guerra irregular en las junglas de Colombia; son iguales los derechos que se niegan cuando un menor es entregado para su crianza lejos de su verdadera familia.


De acuerdo con su madre, liberada el jueves 10 de enero, Emmanuel solo convivió con ella hasta los ocho meses de edad. En 2005, enfermo y desnutrido llegó a un hospital al sureste de Bogotá para luego ser trasladado por los servicios asistenciales del Estado a esa capital con un diagnóstico en el que resaltaba el abandono social.

La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que desde 2002 mantenían secuestrada a su madre, argumentó que el menor “había sido ubicado en Bogotá bajo el cuidado de personas honradas”, pues evidentemente Emmanuel “no podía estar en medio” de operaciones bélicas.

Los militares argentinos que combatieron con una feroz represión a los grupos subversivos de izquierda hace ya tres décadas solían justificarse de la misma manera, los niños que arrancaban de los brazos de sus madres prisioneras eran alojados con familias que ellos consideraban honestas, lejos del nocivo ambiente de la rebelión o el cautiverio.


Al igual que esos nietos argentinos, solo que en el otro extremo de la geometría política, las FARC pensaron que Emmanuel era de su propiedad. Olvidaron que el chico por si mismo tiene una identidad que debe ser respetada y sobre todo protegida, cambiarle el nombre e intentar hacerlo pasar por un niño cuyos orígenes son desconocidos es repetir una historia que todos sabemos como termina.


Por eso no hay nada que disculpe al grupo armado, la honradez de quien debía cuidar a Emmanuel -si seguimos la hipótesis poco creíble de las FARC- no tiene ninguna importancia cuando estamos hablando de un niño que es alejado de su madre y de cualquier otro familiar, negándole el derecho universal a crecer dentro de un clan filial.


Al conocerse la identidad de un menor que desde hace más de 24 meses permanecía bajo el cuidado del sistema asistencial colombiano inició la liberación del hijo de Clara Rojas, quien por fin podrá recuperarlo.


Inicialmente, las FARC fallaron en su apuesta y de paso dejaron mal parado al presidente venezolano Hugo Chávez, quien con ingenua confianza invitó al director Oliver Stone, entre otras personalidades internacionales, para que filmara la prometida entrega de las rehenes al finalizar 2007, que entonces resultó solo una ruidosa pero fallida puesta en escena.


El operativo posterior, mucho más discreto, en el que la abogada Clara Rojas y la ex congresista Consuelo González fueron liberadas no demuestra ningún interés humanitario de parte de la guerrilla colombiana, y mucho menos del mandatario de Venezuela, se trata por el contrario de un pulso político contra el presidente conservador de Colombia Alvaro Uribe, quien por cierto tampoco se ha mostrado a la altura de las trágicas circunstancias que viven unas 700 personas secuestradas desde hace años por las FARC.


Es difícil pensar que Clara Rojas y Emmanuel puedan desandar el camino y olvidar el pesado recuerdo de su secuestro, al menos lo intentarán con la esperanza de que los otros cautivos vuelvan pronto a casa, si es que la guerrilla está dispuesta a volver sobre sus pasos y sacudirse la redituable influencia del narcotráfico, pues ese es el verdadero poder que mantiene en las montañas colombianas al grupo insurgente en activo más antigua de Latinoamérica.

Publicado en Informa-tico.com

13/1/08

Emmanuel liberado