Dejó el gobierno de Italia en 2006 tras fracasar en varias reformas que pretendían impulsar el crecimiento de ese país, pero la administración que le sucedió tampoco logró superar la división política y sobre todo las dificultades que mantienen prácticamente paralizada a la economía italiana.Es así como el magnate de los medios de comunicación Silvio Berlusconi, de 71 años, llega de nuevo al poder tras anotarse un importante triunfo en las pasadas elecciones legislativas donde obtuvo mayoría absoluta en el Senado y la Cámara de Diputados de Italia.
Originario de Milán, al norte de la península, Berlusconi será por tercera vez el primer ministro de una nación cuyo Producto Interno Bruto (PIB) sólo crecerá 0.6% en 2008, de acuerdo con las previsiones del gobierno saliente encabezado por Romano Prodi.
Amante de la música y el fútbol, el propietario del influyente grupo Mediaset, ganó los comicios liderando una coalición de centro-derecha formada por el partido Pueblo de la Libertad, la Liga Norte y el sureño Movimiento Autónomo, que lo llevaron a obtener 164 escaños en el Senado italiano, de un total de 315, y al menos 340 puestos en la Cámara de Diputados, de 630 vacantes.
El candidato derrotado, el progresista Walter Veltroni, líder del Partido Demócrata, logró 139 asientos en el Senado y 241 en la Cámara baja junto con la formación de izquierda Italia de los Valores.
“He llamado al líder del partido de la Libertad, Silvio Berlusconi, para reconocer su victoria y desearle buena suerte en su trabajo”, aseveró Veltroni mostrando su convicción democrática, aunque no pudo disimular en su rostro el duro gesto de la derrota.
Vendrán “meses difíciles” que requieren “un gran coraje de los italianos”, dijo Berlusconi luego de que su rival le felicitara. El político se refirió así a las medidas de corte liberal que tendrá que emprender en breve para reactivar la alicaída economía de su país, afectada por el alza de insumos y alimentos, además de que la infraestructura industrial lleva meses con un descenso sostenido de la producción.
La debilidad del consumo interno y la incertidumbre internacional a partir de la desaceleración económica estadounidense son otros dos de los retos que tendrá que sortear Silvio Berlusconi, un hombre que al incursionar en la política en 1994 hacía gala de proclamas populistas entre las que destacó el eslogan “Tu puedes ser tan rico como yo”.
Con una fortuna calculada en más de 9.300 millones de dólares, según la revista Forbes, Silvio Berlusconi retomará el gobierno italiano luego de pasar tan sólo dos años en la oposición gracias a la debilidad del centro-izquierdista Romano Prodi, quien mantuvo durante 24 meses una inestable mayoría parlamentaria que hizo crisis en enero pasado cuando se vio obligado a convocar a elecciones anticipadas.
Las campañas para estos comicios se caracterizaron por un fuerte descontento de la población con respecto a la clase política de Italia, una República parlamentaria cuyo sistema electoral impide casi de forma natural la formación de gobiernos duraderos.
A pesar de que tenía oportunidad de contender de nueva cuenta por el cargo de primer ministro, Romano Prodi decidió retirarse dejando en liza al ex alcalde de Roma, Walter Veltroni, de 52 años, y al ya veterano Berlusconi, quien finalmente volvió a convencer a los electores prometiendo que ahora sí ha llegado la hora del despegue económico de Italia.
El “Cavaliere” (Caballero), como se le conoce popularmente al dueño del equipo de fútbol AC Milán, se presentó como un candidato dispuesto a remontar un pasado plagado de escándalos, entre los que se incluyen siete casos de corrupción e innumerables promesas incumplidas que en 2006 lo sacaron del poder Ejecutivo de Italia.
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