20/4/08

Crece el consumo de fármacos para la mente

Sirven para mejorar la concentración mental o para evitar el cansancio si se viaja por muchas horas, es común que se utilicen la noche anterior a un examen o presentación importante, pero sobre todo su consumo constituye un alarmante indicador de las numerosas presiones a las que estamos sometidos hoy en día.

Se trata de los fármacos que “ayudan” a la mente, píldoras que según un sondeo de la revista Nature son ingeridas al menos por el 20% de quienes se dedican a alguna actividad académica.


De acuerdo con los resultados de la encuesta, realizada a 1,400 personas de 60 países a través de Internet, supuestamente es más fácil memorizar fechas, fórmulas y datos diversos tras ingerir Metilfenidato, mejor conocido como Ritalin, un medicamento que originalmente se prescribe para tratar el déficit de atención e hiperactividad en los niños.

Sin embargo, en las universidades del mundo esta sustancia es una “ayuda para el estudio”, revelaron a Nature los entrevistados. En este caso, quienes reconocen el consumo habitual del fármaco no reparan en sus efectos secundarios: nerviosismo, insomnio, disminución del apetito, dolores de cabeza, y en los peores escenarios, alteraciones en la presión arterial y el ritmo cardiaco.

Todos estos síntomas suelen presentarse sobre todo en personas que en realidad no sufren déficit de atención e hiperactividad, pero que utilizan el Metilfenidato para potenciar la memoria y evitar el cansancio intelectual después de horas de estrés o estudio. Brendan Maher, editor de Nature, informó que esta droga es una de las más populares entre los lectores que participaron en el sondeo.

Otro medicamento que erróneamente se adquiere para contrarrestar la fatiga o evitar el denominado “jet lag” es el Modafinilo (Provigil), destinado especialmente para quienes padecen desórdenes del sueño. Se trata de un psicoestimulante que fue aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) en 1998.

El Modafinilo provoca un estado de alerta sin causar nerviosismo, a diferencia del Ritalin, pero en muchos casos puede crear adicción. En realidad el fármaco debe prescribirse para tratar padecimientos como la narcolepsia, una enfermedad que genera sueño excesivo en adultos en las horas de trabajo.

Una situación similar se presenta con los “betabloqueantes”, medicinas que sirven para tratar la insuficiencia cardiaca y la hipertensión, aunque también son conocidas por que controlan la ansiedad. En el estudio de Nature, el 15% de los encuestados reconoció que calma estados nerviosos o de irritabilidad con algún betabloqueante, mientras que el 44% manifestó la ingesta de Modafinilo.

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