Para ello contarán con la ayuda de los países de la Unión Europea (UE), además de que contemplan adherirse a un Plan de Acción que ha propuesto la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el cual se concretará los primeros días de junio en una conferencia que se celebrará en Roma.
Estamos “profundamente preocupados por el impacto del incremento de los precios de los alimentos”, dijeron 45 jefes de Estado y de gobierno en la Declaración de Lima, signada tras la Cumbre América Latina-Unión Europea que se llevó a cabo en la capital de Perú.
El compromiso, añade ese documento, es desarrollar políticas para la erradicación del hambre y continuar luchando contra la pobreza. Por eso “se necesitan medidas inmediatas para ayudar a los países más vulnerables y a las poblaciones afectadas por los altos precios de los alimentos”.
Los gobernantes de Latinoamérica consideraron, junto con sus pares de Europa, que urgen “acciones coordinadas de la comunidad internacional con miras al fortalecimiento de las capacidades agrícolas y del desarrollo rural”, para poder satisfacer la creciente demanda de insumos y granos básicos.
El gran desafío es superar la pobreza al tiempo que se combate la carestía de alimentos con programas sostenibles que respeten el medio ambiente, pues a pesar de cierto progreso alcanzado, “la desigualdad y la exclusión continúan obstaculizando el acceso de diversos sectores de la población a la igualdad de oportunidades”, apuntaron los mandatarios latinoamericanos en la Declaración de Lima.
Fondo Verde
En las discusiones sobre la crisis alimentaria global hay dos factores que ocupan la atención tanto de gobiernos como de organizaciones civiles: el cambio climático y la producción de biocombustibles.
Si bien el mundo aún no logra una opinión unánime sobre el verdadero impacto de estas variables en la subida de los precios de los alimentos, en Latinoamérica se cree que la cobertura de las necesidades energéticas está estrechamente vinculada al desarrollo sostenible, y éste último no podrá llevarse a cabo si no se supera la crisis alimentaria.
Es por eso que en Lima se decidió lanzar el programa “Euroclima”, que permitirá compartir distintas acciones contra el calentamiento global del planeta. De hecho la Comisión Europea, órgano Ejecutivo de la UE, aportará cinco millones de euros (unos 7.7 millones de dólares) para poner en marcha esa iniciativa.
Adicionalmente, los países de la región contarán con el Fondo Verde propuesto por el presidente mexicano, Felipe Calderón, el cual se concretará en las próximas semanas en una nueva reunión de mandatarios en Honduras.
A grandes rasgos, México plantea aumentar la participación de los países en acciones que reduzcan los problemas causados por el cambio climático, a través de apoyos financieros y tecnológicos. Este fondo podría incluso ser complementario al tratado de Kyoto 2012 que intenta disminuir los efectos del calentamiento global.
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